En general, en la vida, tenemos esa tendencia de maximizar las ideas, sentimientos, pensamientos. Nos volvemos irremediablemente radicales, egoístas, egocéntricos, aunque quizás, si buscamos realmente nuestro bienestar personal, deberíamos dejar de lado esa actitud y relativizar.
Quitar peso a esa obsesión y simplemente disfrutar diariamente, saborear las pequeñas cosas pero a la vez grandes que nos ocurren a diario, porque cada día es un nuevo día de nuestra vida y cada día debería de ser, una nueva oportunidad para disfrutar de ella.
Nuestro tiempo es efímero y nuestras vivencias también, por ello, porque quedarse sentado, porque dejar pasar el tiempo en vano sin que nos transmita nada, tenemos y debemos adoptar una actitud activa en nuestro día a día, saborear los instantes desde nuestro abrir hasta nuestro cerrar de ojos.
Esa es mi manera de entender la vida y según cada personal individual, debería bajo mi punto de vista, analizar si realmente cada día es su mejor yo y trabaja para su máximo bienestar.
Hay mucha gente que se acomoda en un día a día, en una rutina, y ésta realmente lo único que le aporta es la seguridad de tener una cuenta corriente llena después de cada fin de mes, no voy a quitarle a importancia a este hecho, porque lo es, pero a lo que me refiero es que quizás simplemente se estancan, se dejan llevar por ese círculo de trabajo-dinero sin mirar por su vida, por su felicidad y vivencias diarias.
Hay que mantenerse, según cada situación personal, en el equilibrio, en maximizar las oportunidades que nos brinda la vida a cada uno y fijar nuestros objetivos personales. La vida es exprimirse día a día y tiene ese don de permitirte a la vez poder encarar ese trabajo y esa pasión diaria a fines mayores, a objetivos personales.
Y es que no hay nada más gratificante ni nada más satisfactorio que un día echar la mirada atrás y decir, todo ha valido la pena, dónde estaba y dónde estoy, me lo he trabajado a la vez que disfrutado y sufrido cada instante. He intentado ser mi mejor yo cada día y mira, a día de hoy, a pesar de los malos momentos que siempre existen y han existido, todo lo que he vivido, todo lo que he recorrido, todas esas vivencias que he incorporado a mi persona, me permiten estar en una situación de bienestar, de felicidad. Por eso…
Live the life.