BIO
Nací en el Valle de Sóller, en la isla de Mallorca, un 27 de marzo de 1990 y ya desde pequeño me apasionaba todo lo que implicara movimiento… Creo que no llegué a este mundo para estarme quieto!
Gracias a la educación recibida por mis padres, he practicado todo tipo de deporte, simplemente por diversión y porque me gusta moverme, ellos fueron los encargados de guiar mi pasión por la actividad física y que recibiera todo tipo de aprendizaje motriz.
Unos cuantos años jugando a futbol, para después pasar casi una década dentro del mundo de la danza, a la vez que asistía a clases de natación y tenis, fue mi formación motriz-deportiva directa. A la vez también descubrí mi pasión por el mar, navegando a vela desde los doce años.
Así, como no podía ser de otra forma, el entorno donde crecí terminó condicionando mis dos grandes pasiones: La montaña y el mar, el mar y la montaña, porque si la verdad es que actualmente dedico mucho tiempo al medio natural de la montaña, también tengo el corazón algo dividido por el mar, los dos medios me encantan y ambos me transmiten sensaciones muy atractivas y semejantes.
Si alguna vez habéis estado en la Serra de Tramuntana, bien sabréis que esta dualidad de mar y montaña es siempre presente, y en mi pueblo, Sóller, aún más. Es un lugar perfecto para el que ama estos dos medios, con un pequeño pero exuberante y vertical valle, rodeado por montañas que sobrepasan por poco los mil metros de altura donde predomina la piedra calcaria y terreno técnico. Y a la vez, este valle se abre al mar mediterráneo con una pequeña bahía, un puerto con su encanto e historia marina.
De pequeño, en casa vi a mi padre salir a correr y hacerlo también a menudo por la montaña. Tengo que confesar que es un medio que tampoco sé muy bien porqué me ha terminado de cautivar, porque a parte de vivir en un valle y ver las montañas desde casa, pocas veces al año las pisaba directamente, aunque sí que lo que recuerdo con fascinación es la pasión de mi padre cuando marchaba a correr. Yo, por un motivo u otro, hasta los 19 años sólo salía correr la semana antes de alguna típica carrera popular de las barriadas del pueblo, durante el verano, así que el correr para mí era sólo una práctica esporádica divertida.
A los dieciséis años, corrí mi primera “carrera por montaña”, entre comillas porque era una carrera de solamente subida, la subida al Barranc de Biniaraix, una carrera de 5 Kilómetros de distancia dónde se supera un desnivel positivo de unos 700 metros positivos y que se disputa en el Valle de Sóller.
Una vez terminados los estudios de Bachillerato, decidí que quería aprender y saber más sobre mi pasión, así que decidí que estudiaría el Grado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte, lo que antes era conocido como INEF. Para acceder en dichos estudios a parte de tener la nota de corte exigida en la selectividad, tienes que pasar unas pruebas físicas selectivas y con esta “excusa” empecé a entrenar por mi cuenta, a correr por montaña con el único objetivo de pasarlo bien y ponerme en forma.
Así, a medida que iba entrenando, y como que tenía la edad permitida en esa época para competir, me vino a la cabeza el hecho de participar en la Copa Balear de carreras por montaña. Desde entonces, las ganas de seguir compitiendo y mejorando ya no han parado, año tras año he intentado seguir superándome, siguiendo mis principios, esforzándome día a día, paso a paso, con constancia, con tenacidad y persistencia que me ha permitido aumentar mi nivel deportivo e ir saciando mis ganas de montaña y competición.
Desde esa primera Copa Balear, y siguiendo los consejos de mi entrenador desde la temporada 2010, he ido evolucionando mi vida deportiva, sin tener excesiva prisa e intentando disfrutar cada etapa. Y es que, aunque suene contradictorio, pienso que no se tiene que tener prisa por correr demasiado, para mi querer correr demasiada distancia demasiado pronto puede ser más contradictorio que aportarnos beneficios, ya que hay muchos años para disfrutar de cada distancia y desnivel que nos ofrece el mundo de las carreras por montaña. Desde ese 2009 donde me inicié, el 2010 guiado por mi entrenador, he ido compitiendo en diferentes distancias, desde Kilómetros Verticales (KMV) y carreras de menos de 15 km hasta ir progresando a mi primer Maratón de montaña en 2015.
El 2009 y 2010 resido y estudio en Madrid, dónde empiezo a entrenar con el que aún en la actualidad es mi entrenador, compagino el Cross, las carreras cortas y los KMV.
El 2011 me traslado a La Coruña, por motivo de estudios, y sigo desde la distancia entrenando y disfrutando de las carreras del noroeste de la península ibérica.
El 2012 empiezo a residir en Lleida, mi pasión por la montaña me pide acercarme a los Pirineos y por ello desde el invierno de 2012-2013 me inicio también en el esquí de montaña como práctica en la pretemporada invernal. El descubrir este magnífico deporte a los 22 años me aporta un plus extra de libertad, desconexión y diversión que actualmente considero esencial para mi correcta progresión deportiva, para mantenerme con ganas y motivado, a nivel físico y también a nivel mental.
Influenciado por esta práctica deportiva y por lo que significa Font Romeu dentro del mundo del entrenamiento y las carreras por montaña, en gran parte gracias a Kilian Jornet, me traslado a una vez terminado mis estudios a vivir allí. Así, mi dedicación al entrenamiento desde el invierno 2014-2015, es casi exclusiva y se ve fuertemente reflejado en mi evolución como deportista, consiguiendo mis mejores resultados hasta la fecha en categoría absoluta.
La temporada de carreras 2015 consigo mis grandes metas deportivas hasta la actualidad, con el título de Campeón de España de carreras por montaña, tercero en el Europeo de Skyrunning en la mítica Zegama-Aizkorri, Sub-Campeón de la Copa de España de KMV y 6º puesto en la general de la Copa del Mundo de Skyrunning.
A partir de aquí, hecho la mirada al horizonte con muchas ganas de seguir disfrutando del medio que me gusta, de la naturaleza y de sus montañas, moviéndome ligero y ágil en él. Quiero seguir compitiendo y superándome en mi día a día, afrontando aventuras y desafíos personales y deportivos, en definitiva… ¡Seguir viviendo y seguir soñando!